El Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que en 2015 se volvieron a superar en la región las 6.000 operaciones de compraventa de fincas rústicas, lo cual no ocurría desde el año 2008, y es una tendencia que se está manteniendo en el primer semestre de 2016. En concreto, el pasado año se vendieron en Extremadura 6.046 fincas (3.739 en Badajoz y 2.307 en Cáceres), lo que supone un incremento de un 16% en relación a 2014, cuando las operaciones fueron 5.200, y del 26% con respecto al peor año de transacciones de la última década, que fue 2010 con tan solo 4.781.
Las cifras están aún lejos de los niveles precrisis, pero las subidas de los dos últimos años demuestran que el mercado empieza a desperezarse, al menos en el número de operaciones. Los responsables de las inmobiliarias rústicas coinciden en señalar que este es un mercado especialmente sensible a la inestabilidad política porque retrae a los inversores, y del mismo modo influye la incertidumbre sobre el posible final de las ayudas de la PAC, que puede dejar de hacer rentables algunos cultivos y usos ganaderos.
Fuente: Hoyagro